Hoy parecía un buen día... me paré de buen humor, hice las cosas que tenía que hacer... parecía un día excepcional. Pero acabó convertido en una noche realmente triste. Una noche sin remedio y con fantasmas.
¿De qué sirve ser sensible y poner esperanza en las cosas? ¿No se sienten a veces defectuosos?
Hoy no fue un día como cualquier otro, fue peor.
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Fírmenle... ¿qué piensan? ¿Qué sienten?