miércoles, 31 de marzo de 2010

historia de un niño y una niña que jugaban a acompañarse

Eres lo más parecido a una pareja... Y sin embargo apenas decirlo me hace retroceder. Sabes que siempre he sido un cobarde. 
Pero es que me siento como recién nacido, incapaz de saber para qué sirven las cosas; reconociendo mis propias manos, mis propios ojos, mis propias emociones. 

Sabes también que soy melodramático y ya sabes que no hace mucho tiempo estaba muerto y dolorido. En la teoría tengo ganas de amar, pero en la práctica me siento incapaz de volver a hacerlo.

¿Entiendes algo de todo esto?

Yo no, pero trato de explicártelo...

Yo no, pero abro los ojos lo más que puedo...

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