¿Cuántas veces he caminado por el Centro Histórico en los últimos meses? Es algo como una manía. Madero, 5 de febrero, 20 de noviembre, la avenida Juárez. Hay rastros de algo, no lo sé. Mi ciudad y yo, como en un amorío codependiente. Amor-odio, el síndrome de Estocolmo. ¿Cuántas fotos le he tomado a esta puta que se deja mancillar por tantos y tantos a la vez? ¿Cuántas veces sus cielos y los cristales de las ventanas de sus viejos edificios coloniales?
¿Cuánto tiempo?
¿Qué hora es?
Leéte el Spleen de París de Baudelaire... la ciudad es siempre una enorme ramera a la que se ama y se odia irremediablemente.
ResponderEliminarUn abrazo.