Hubo un tiempo en que tenía un romance con las hojas. Contagiado por el dardo de Eros, me veía suspirando al mirar caer los retoños aquellos de los árboles. Incluso hubo un momento en que comencé a coleccionarlas. Un séquito ficticio dentro de una caja de zapatos.
Algo debió de morir en mí, que ahora las miro y huyo de ellas, fastidiado. A veces todavía las fotografío pero es nada más una vieja inútil costumbre...
Qué falso es el amor y el lenguaje que de él nace.
s a u d a d e
Qué visión tan poética... Yo nací en otoño, el mes de las hojas muertas, y a veces, igual que a ti, llegan a fastidiarme, pero ¿quién no recupera el entisuasmo por ellas después de tan exquisita foto y de un texto como el tuyo?
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