¿Por qué fotografío?
Soy el cadáver embalsamado, la ruina de una falsa ilusión. Ahora miro el camino recorrido: errante, a veces a rastras o dando tumbos, a gatas o en un solo pie; miro las veredas, recuerdo los aullidos... Y sin embargo fotografiaba y sigo fotografiando...
¿Soy acaso un necio?
Porque no es ni siquiera un recuerdo, es el mundo todo hecho de retazos, fragmentos que rara vez embonan; es como un parpadeo que dura mil años.
¿Y qué es una fotografía?
Un fragmento perdido, absurdo y solo.
¿Y quien toma fotografías?
Es un espectador cuya
desgracia es poder reconocer esos fragmentos, nada más, no entenderlos, no hacerlos coincidir. Él mira el imposible rompecabezas, él mira cómo se desmorona el mundo...
Sucede.
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